Opiniones que hemos recibido sobre Lokarri

Estamos trabajando en el primer informe del Observatorio Social del proceso de paz. Nuestra previsión es que estará preparado para la semana que viene. Mientras, quiero ofrecer un adelanto. En una de las preguntas del cuestionario pedíamos una valoración de la aportación de Lokarri al objetivo de la paz y la normalización. Pues bien, nueve de cada diez la consideran buena o muy buena. Soy consciente de que hay que relativizar este resultado porque supongo que la mayoría de las personas que han participado en la iniciativa, más de 700, verán con simpatía nuestras actividades, pero no deja de ser interesante que haya un buen número de personas que opinen que estamos haciendo un buen trabajo.

Aprovecho la ocasión para compartir algunas de las opiniones que nos han hecho llegar los participantes en el Observatorio Social del proceso de paz:

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Excesos 2.0 (II) Cinco ideas sobre las asociaciones

Otro ejemplo de exceso 2.0. En el Curso de Verano organizado por Politika 2.0 también se pudieron oír críticas a las asociaciones. De hecho, Jose Luis Salgado, @faidit, comenta en sus conclusiones sobre el curso que la “participación a través de la web social se ha demostrado más rica y más efectiva que los medios tradicionales como el asociacionismo”. Yendo más allá, Nagore de los Ríos criticó a las asociaciones. @Alorza compartió en Twitter un mensaje que decía: “Nagore dando caña a las asociaciones”. Es lo bueno que tiene usar Twitter en los eventos; aunque no estés te enteras de todo.

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Excesos 2.0 (I). La democracia colaborativa.

Últimamente asisto atónito a una concepción de la Web 2.0 como si fuera la conjunción de todas las virtudes, una especia de Nueva Era que impulsa la verdadera y auténtica participación ciudadana, desdeñando o minusvalorando cualquier otra forma de participación que no tenga su reflejo en la red de redes. Una cosa es que la facilite y otra muy distinta que todo lo que no existe en la red no sea participación ciudadana. Esta idea me surge a raíz de la celebración del curso de verano organizado por Politika 2.0 donde he podido escuchar varias intervenciones en este sentido, aunque el balance del curso ha sido muy positivo e interesante.

La democracia colaborativa.

Marc Lopez Plana, de NuestraCausa, explicó el contenido de la democracia colaborativa, un concepto de nuevo cuño defendido, entre otros, por Beth Noveck, Jefa Adjunta de Tecnología para el Open Goverment del Gobierno de los EEUU, que sostiene que la participación ciudadana puede ir más allá de la toma de decisiones creando también un valor añadido en los servicios que la administración ofrece a la sociedad. Es una visión interesante y sugerente, ya que apuesta por escuchar a los ciudadanos para mejorar el trabajo de las administraciones.

El problema es que Lopez Plana contrapuso los conceptos de democracia deliberativa y directa frente a la colaborativa. Su principal crítica a la primera era que en los procesos de democracia colaborativa sólo participan las asociaciones que son elegidas por la administración que pone en marcha el proceso participativo. Es una visión simplista de democracia deliberativa mal planteada. En el caso de Toscana, que ya comenté en un artículo anterior, incluso ciudadanos individuales pueden impulsar procesos deliberativos apoyados por los recursos de las administraciones. Es más, estos procesos no están bien diseñados si no incluyen todas las voces, tanto de grupos organizados como de personas a título particular, por lo que la crítica de López Plana me parece muy endeble.

También criticó la democracia directa por no ofrecer soluciones a problemas complejos. También se trata de una visión reduccionista y basada en tópicos. Justamente, en otro artículo referido a la democracia directa en Suiza, comentaba como Andy Gross afirmaba que “cuanto más intensa es la participación de la ciudadanía ésta se desarrolla, aprende más, se responsabiliza y se siente participe de las decisiones. El poder de la ciudadanía provoca y promueve la creatividad y la riqueza cultural. Los representantes son más humildes porque la ciudadanía tiene la última palabra y la posibilidad de revocar sus decisiones. Finalmente defendió que una democracia directa bien diseñada facilita la integración de la diversidad, la unidad de la ciudadanía y es una herramienta para evitar conflictos”. Es cierto que el uso de la democracia directa de manera puntual y escasa, como es el caso español, no aporta nada a las soluciones compartidas sobre problemas complejos, pero Suiza y California demuestran que un buen diseño de la democracia directa hace que se genere una corriente de colaboración entre la administración y los ciudadanos que permite afrontar y encontrar soluciones compartidas.

En su presentación, Lopez Plana propone un decálogo de reflexiones para la efectiva colaboración entre voluntarios expertos y gobiernos.

Entre otras ideas propone:

2- “Pregunta a las personas adecuadas”. Supongo que alguien tendrá que elegir a esas personas adecuadas, con lo que se cae en lo mismo que critica a la democracia deliberativa, es decir, que hay una selección, en su propuesta no de grupos, sino de personas expertas. Por tanto, propone cambiar a los grupos organizados por expertos. Estos últimos son necesarios en cualquier proceso participativo correctamente diseñado, pero no comprendo por qué deben sustituir a las asociaciones. Frente a esta propuesta, la propia Noveck sugiere una selección de los participantes igualitaria, es decir, todas las personas pueden participar aunque seguramente sólo los expertos lo harán. A ello añadiría que también habrá grupos que quieran participar porque son expertos en la materia.

5- “La plataforma tecnológica tiene que reflejar el trabajo del grupo y la pertenencia a éste”. Si se lee literalmente este principio, Lopez Plana propone dejar fuera de los procesos participativos a todas las personas e incluso a los expertos que no tienen acceso a internet o que simplemente no quieren utilizarlo para participar. Es la culminación de la idea de que la verdadera participación sólo es la 2.0. Es evidente que en ciertas materias los expertos se encuentran y emplean intensivamente internet, como pueden ser los servicios públicos 2.0, pero en otros muchos no y considero que también deben ser sujetos activos en esta democracia colaborativa.

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Ya son dos años sentándose por la paz en Donostia

Hace dos años comentaba en el blog que un grupo de ciudadanos y ciudadanas plurales habían comenzado a sentarse en el Boulevard de Donostia para impulsar la paz y manifestar conjuntamente el hastío ante una constante situación de violencia y de falta de derechos. Este jueves 4 de junio han celebrado estos dos años de movilizaciones, contando con la presencia de Amaia Zubiria, haciendo un llamamiento «para que quienes deban hacerlo se sienten también juntos para abrir camino a la solución de nuestro principal problema: la falta de paz y de una convivencia normalizada entre nosotros».

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Es una experiencia plural de trabajo y reivindicación ciudadana por la paz. Espero que la paz sea una realidad antes de que cumplan su cuarto aniversario.

La Foto está cogida de su blog

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Una experiencia de participación ciudadana

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Lokarri ha puesto en marcha el Observatorio Social del proceso de paz. Es una experiencia de participación ciudadana directa. Cada tres meses se hará público un cuestionario para que todas las personas interesadas en dar su opinión sobre la paz y la normalización. Los cuestionarios tendrán preguntas generales sobre las posibilidades de lograr la paz, otras sobre temas de más actualidad y una parte final que cada trimestre estará dedicado a un tema diferente.

Tres ofertas de participación.

1- La primera manera de participar es responder al cuestionario. Puede parecer un poco largo pero si no se justifican las respuestas se rellena en poco más de cinco minutos. Si necesitáis refrescar la memoria y recordar lo más destacado que ha ocurrido en los últimos meses en relación con el proceso hacia la paz podéis visitar la hemeroteca de Lokarri.

2- También cabe la opción de inscribirse como observador/a del proceso de paz. El único compromiso que se adquiere es responder a los cuestionarios trimestrales. En el formulario de inscripción además encontraréis la posibilidad de recibir los cuestionarios en papel, por si os resulta más cómodo, y también la opción de participar en uno de los observatorios locales que estamos organizando en distintas localidades (es otra experiencia de participación ciudadana de la que ya hablaré).

3- Finalmente, os facilito el código de los cuestionarios para que podáis embeberlos en vuestros blogs y así las personas que los lean tengan la oportunidad de responder sin tener que «desplazarse» hasta la página web de Lokarri.

¿Para qué sirve responder al cuestionario?

Es la pregunta crucial en todo proceso de participación ciudadana. Las respuestas a los cuestionarios tendrán un destino directo: un documento de conclusiones que resuma todas las aportaciones y opiniones ciudadanas recibidas. Lokarri se encargará de difundirlo y darlo a conocer, especialmente a instituciones, partidos y movimientos ciudadanos.

La finalidad indirecta de este documento es influir en el trabajo por la paz y la normalización que desarrollan partidos e instituciones, explicitando estados de opinión y aportando nuevas ideas. También serán tenidos muy en cuenta por Lokarri para fijar las prioridades de su actividad. Seguramente muchas de las personas que participen ven con interés el trabajo de Lokarri. Son las personas a las que especialmente queremos dirigirnos y debemos tener muy en cuenta su opinión.

Como siempre quiero terminar con una invitación a participar. Espero que este vídeo os anime 🙂

httpv://www.youtube.com/watch?v=U16MC__PK-U

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La página web de Konpondu ya no está disponible

He intentado entrar en la página web de Konpondu y me he encontrado con esto:

konpondu

Puedo entender, y es normal, que el cambio de Gobierno supone también que algunos proyectos iniciados por el anterior ya no tendrán continuidad. Otra cosa es que se hagan desaparecer iniciativas impulsadas por el anterior, que son legítimas y pagadas por todos los contribuyentes. Más aún, cuando en esas iniciativas se ha recogido la opinión de la ciudadanía. ¿Qué ocurre ahora? ¿Lo aportado por miles de ciudadanos en los foros municipales de diálogo, en los foros de la web y en los artículos escritos en el blog no tiene ningún valor? ¿Son opiniones peligrosas? ¿Por qué ya no se pueden consultar? ¿Dónde están mis artículos? ¿Sólo tiene valor la participación que impulsa el nuevo gobierno?

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