Ayer domingo, en Arenys de Munt, se celebró una consulta sobre la independencia de Catalunya. No me corresponde opinar sobre si la independencia es un buen proyecto para Catalunya, ya que es un tema que les compete a ellos, a los propios catalanes. Ahora bien, considero que dicha consulta es un ejemplo de participación democrática y de reivindicación política por medios exclusivamente pacíficos, opinión que coincide en parte con la que expresa Imerburu.
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Conversación off the record con Rubalcaba
No soy muy aficionado a dar mucha credibilidad a los rumores, pero da la casualidad que esta semana he podido hablar con dos periodistas madrileños especialistas en los temas de interior y ambos me han comentado una conversación que el ministro Perez Rubalcaba tuvo con ellos. El motivo era explicar la estrategia respecto a ETA y a lo que denominan su “entorno”.
La deslegitimación de ETA, ¿estamos acertando?
Esta pregunta la propone Enrique Curiel, exdiputado socialista, en un interesantísimo artículo de opinión que escribe hoy en Deia. Comienza Curiel preguntándose sobre la definición y el contenido de la deslegitimación de la violencia:
Una semana hablando de ETA
Ha sido una semana intensa, aunque poco esperanzadora. A los atentados de ETA les han seguido declaraciones del Gobierno afirmando que el diálogo no es posible y que ya no basta con el rechazo a la violencia para legalizar Batasuna. Dicho de otro modo, la realidad está marcada por la violencia y el no diálogo. Y en medio las personas que pensamos que la solución vendrá por un final dialogado de la violencia, el respeto a todos los derechos humanos y el inicio de un proceso de diálogo entre los partidos políticos que culmine con un acuerdo refrendado en una consulta.
Rubalcaba se inventa nuevas condiciones para la legalización de Batasuna
El ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, ha asegurado que tiene la impresión de que Batasuna prepara una nueva farsa consistente en condenar la violencia, pedir tiempo para convencer a ETA de que deje de matar y solicitar su legalización. Ante esta posibilidad asegura que la respuesta va a ser no porque los tribunales han demostrado que ETA y Batasuna es lo mismo.
Dicho de manera más clara, despues de insistir en la obligación de Batasuna de condenar la violencia, de preparar una ley de partidos para imponer esa condena como requisito indispensable para poder participar en la vida política y de reiterar el llamamiento a que Batasuna rompa amarras con ETA, ahora todo eso no es suficiente.
Ya está bien de causar tanto dolor
Lo más importante que tenía para decir sobre el último atentado de ETA ya está dicho en la nota de prensa de Lokarri en la que expresamos nuestro rechazo total. Quisiera destacar uno de los párrafos:
Hace una semana desde Lokarri reclamábamos un ejercicio de empatía para comprender el sufrimiento que provoca la violencia; hoy es evidente que los miembros de ETA no dedican ni un momento a ponerse en el lugar de las víctimas que causan sus atentados. No son conscientes de lo que están sufriendo y sufrirán en el futuro el conjunto de personas que han padecido un daño grave e irreparable en estos dos atentados. Ningún objetivo, por muy legítimo que pueda ser, justifica tanto dolor.
Lo más trágico de todo es que son tan autistas y tan poco respetuosos con los deseos de la sociedad vasca que son capaces de seguir matando y en otoño declarar una tregua que nadie se creerá y que no valdrá para nada.
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Basagoiti: las críticas al PP generan el caldo de cultivo para que ETA actúe contra ellos
Una parte de mis aficiones es ir a trabajar a la mañana escuchando la COPE, me ayuda a despertarme. Hoy han entrevista a Antonio Basagoiti y la charla con el sustituto temporal de Jiménez Losantos no ha tenido desperdicio.
Basagoiti ha insistido en las críticas al anterior equipo de EITB por dar voz a ETA y Batasuna y a los antiguos mandos de la Ertzaintza por no detener comandos. Tampoco han faltado las críticas al PSE por no cumplir el compromiso de apoyar una moción de censura en la Diputación de Araba.
Anuncio del reconocimiento como víctimas a los afectados por los GAL
Maixabel Lasa, directora de la Oficina de Atención a Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco, ha comparecido en la Comisión de Derechos Humanos para anunciar su programa de cara a los próximos cuatro años. De sus palabras pueden extraerse tres ideas positivas: 1) se ampliará el reconocimiento como víctimas a los afectados por los GAL, 2) no se parte de cero en la atención a las víctimas y 3) se perciben síntomas de fatiga y cansancio social en torno a los homenajes e iniciativas de reconocimiento. En cambio, hay dos cuestiones que conviene puntualizar: 1) se acumula dos años de retraso en el reconocimiento a las víctimas de los GAL, 2) no se hace mención a las víctimas causadas por acciones de los Cuerpos de Seguridad con evidente abuso de poder y 3) se afirma la voluntad de no equipararlas con las víctimas de ETA.
Legitimación activa de los Derechos Humanos y diálogo
Parece que los mensajes en torno a la paz, el rechazo a la violencia y la necesidad de diálogo se han instalado en la resignación. Tras el último atentado de ETA, el asesinato de Eduardo Pueyes, se han transmitido dos mensajes fundamentales. En primer lugar, que la sociedad vasca únicamente tiene un papel que cumplir deslegitimando la violencia. En segundo lugar, que es necesaria la unidad de los partidos democráticos frente a la violencia. Ambas ideas encierran un llamamiento a la pasividad, no a contribuir de manera efectiva para que la paz, el diálogo y el acuerdo sean posibles.
La foto es de Roberto Cacho
La sociedad vasca ha mantenido durante los últimos años un posicionamiento claro y firme en contra de la violencia de ETA y a favor de todos los derechos humanos de todas las personas. No hay un déficit en los pronunciamientos reclamando el fin de la violencia, aunque se haya podido leer y escuchar en los medios de comunicación que la sociedad vasca está enferma y que carece de un posicionamiento moral claro y contundente frente a ETA. Nada más lejos de la realidad. La sociedad vasca ha sido y es el principal activo por la paz. Por mucho que desde las instituciones públicas y los partidos políticos se hubiese impulsado la movilización frente a ETA, sin la participación de la ciudadanía la contribución a la paz no hubiera dado resultado. Es más, en muchos momentos de nuestra historia reciente la movilización ciudadana ha ido por delante de los propios representantes políticos.
Ahora bien, en los últimos años la movilización ciudadana contra la violencia ha venido acompañada también por la reivindicación activa del diálogo como camino para buscar una solución compartida a los problemas que afectan a la sociedad vasca. En este sentido, se percibe que desde las instituciones públicas, principalmente el Gobierno Vasco, se hacen llamamientos a dialogar poco concretos, principalmente centrados en buscar acuerdos entre los partidos para combatir el terrorismo, dejando a un lado el diálogo sobre cuestiones políticas y condicionándolo al final de la violencia. Este diálogo ofrece una contribución muy limitada a los esfuerzos por la paz y la mejora de la convivencia.
Las instituciones públicas, el Gobierno Vasco y los partidos políticos tienen que asumir su papel de impulsores activos de la paz y la convivencia. Una posición de resistencia pasiva frente a la violencia es muy limitada y ofrece escasos resultados. Debe ir acompañada de una política activa de legitimación de todos los Derechos Humanos y de un trabajo de diálogo que permita ir afrontando la búsqueda de consensos más amplios sobre el marco de convivencia. Respecto a la primera cuestión, denunciar situaciones en las que se encuentran vulnerados Derechos Humanos fundamentales no alimenta a ETA, como algunos pretenden afirmar, sino que demuestra la fortaleza de toda una sociedad por construir un espacio de respeto a unas bases éticas de convivencia. En cuanto al diálogo, aun siendo conscientes de las dificultades que plantea la violencia de ETA para alcanzar acuerdos amplios, eso no impide que se vayan construyendo las bases para fortalecer ese diálogo y convertirlo en resolutivo cuando se den las condiciones necesarias.
La violencia de ETA es absolutamente rechazable. En cambio, no es justificable que se utilice como condicionante para denunciar otras vulneraciones de Derechos Humanos o bloquear permanentemente el diálogo sobre el marco de convivencia. Tampoco puede ser utilizada como baza para reforzar las posiciones propias, generando una esperanza que no termina nunca de concretarse. La Izquierda abertzale tiene una importante responsabilidad que cumplir. Un llamamiento claro y nítido a ETA reclamando el final de la violencia y una apuesta por las vías exclusivamente pacíficas y democráticas desbloquearía la situación actual y, previsiblemente, impulsaría de manera definitiva un proceso de pacificación que también puede ayudar a promover un diálogo resolutivo que culminase con un acuerdo amplio para la convivencia.
Una conclusión. La situación que vive la sociedad vasca no es inevitable. Hay que mantener una posición clara respecto a ETA, expresando que la sociedad vasca, el sujeto principal del “conflicto” al que siempre aluden para justificar la violencia, quiere gestionar sus problemas de manera pacífica y democrática. Tampoco hay que caer en la autoflagelación continua por no ser suficientemente contundentes al deslegitimar la violencia, porque ya se ha expresado nítidamente el rechazo a la misma. El gran reto que tenemos como sociedad es fomentar el respeto a los Derechos Humanos y contribuir a la convivencia por medio del diálogo y el acuerdo. Este objetivo requiere algo más que movilizaciones. La participación ciudadana puede ser una buena herramienta para que la voz de la sociedad sea escuchada y respetada.
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Después del atentado de ETA: algunas cosas que me preocupan
A raíz del último atentado de ETA he podido leer y escuchar algunos discursos e ideas que me han dejado francamente preocupado. He aquí algunos ejemplos.
El titular de Gara.

El Gara titulaba así la noticia del asesinato de Eduardo Pueyes: “27 años de lucha anti-ETA, siete como jefe, y 35 felicitaciones”. En la ella se destacaba todo su historial en la lucha contra ETA. En otra publicada también el mismo día afirmaba que “la acción se produce después de seis meses y medio sin víctimas mortales de ETA, concretamente desde el 3 de diciembre de 2008. Y llega tras unas semanas en las que el Gobierno del PSOE ha puesto todo el acento en su apuesta por la vía policial para acabar con la organización armada vasca”.
Me inquieta esta manera de presentar su asesinato. Se deja caer que era un policía inmerso en el “conflicto”, dejando entrever que su muerte pudiera estar justificada por un supuesto “estado de guerra”. Según esta lógica, Pueyes era un enemigo, y a los enemigos hay que liquidarlos…
Se terminó el tiempo de la impunidad y la ambigüedad.
Lo explica muy bien Mikel Arana, coordinador de EB, en su blog: “Sugerir que con los actos de protesta de este fin de semana se ha acabado con la ambigüedad, que a partir de este momento todo va a ser diferente y que ya era hora de que EITB se implicase en la deslegitimación de la violencia, es tanto como echar en saco roto todos los avances que se han producido en los últimos años en al ámbito del acuerdo entre las fuerzas políticas para la movilización unitaria contra ETA, así como despreciar todo el trabajo que se ha hecho hasta ahora para impulsar el reconocimiento y la memoria de las víctimas del terrorismo”.
La sociedad vasca está moralmente enferma.
Lo afirma Ruiz Soroa: “La sociedad vasca está moralmente enferma en lo que se refiere a su percepción y valoración del terrorismo” y añade que “la sociedad vasca no está en este momento unida como una piña en torno a nada que tenga que ver con la violencia política. Para cualquiera con una mínima sensibilidad y experiencia en manifestaciones era evidente que el sábado pasado no estaba presente en la calle, sino una parte de esa sociedad, que la parte nacionalista de la sociedad vasca no acudió”.
Ruiz Soroa está profundamente equivocado. La sociedad vasca ya se ha manifestado reiteradamente en contra de la violencia. Ha sido clara y taxativa en muchas ocasiones. Hemos acudido a innumerables manifestaciones. ¿Conoce algún ejemplo en el mundo donde la sociedad haya sido tan activa contra la violencia como lo ha sido la vasca? No lo hay. Siempre recuerdo una frase que me dijo un profesor norirlandés “si nuestra sociedad se hubiese pronunciado contra la violencia como lo ha hecho la vasca, nuestro problema se hubiera arreglado mucho antes”.
¿Qué más quieren que haga la sociedad vasca? El y otros ya lo han dejado caer en otras ocasiones: negar que hay un problema y un disenso respecto al marco de convivencia, no denunciar otras vulneraciones de Derechos Humanos porque se da alas a ETA, renunciar a objetivos políticos que desgraciadamente pueden coincidir en parte con los que ETA dice defender, etc.
En resumen, que está el patio ahora como para decir que queremos la paz y la convivencia, sin vencedores ni vencidos, y no ser tachado al instante de enfermo moral o ambiguo.
Si queréis leer otras opiniones relacionadas con el atentado de ETA y sus consecuencias os animo a leer unos artículos de otros blogs:
– ¿Seré Etarra?
– Víctimas y politización.
– Nuestro silencio responsable para no dar aire– por el uso que hacen- a ETA – ni a nadie –.
– Bistan da, ez da isileko su-etenik.
– De la épica, la lírica y la lágrima.
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