¿La derrota de ETA?

Hoy han detenido al supuesto sucesor de Txeroki al frente del aparato militar de ETA, cuando sólo han transcurrido cinco días después del asesinato de Uria y veintiuno desde que Aitzol Iriondo, alias ‘Gurbitz’, fuese designado número uno de ETA tras la detención de ‘Txeroki’. Los plazos cada vez se acortan más y parece que en ello tiene mucho que ver la actitud del Gobierno Francés, mucho más dispuesto a colaborar en la persecución de los integrantes de ETA.

Esta misma mañana un periodista de un medio madrileño, especialista en temas policiales, me comentaba que tenía la sensación de que el Ministerio del Interior estaba preparando algo gordo, porque detectaba mucha tranquilidad tras el asesinato de Uria. Siempre que ocurre esto tienen preparado algún golpe importante contra ETA. Lo más interesante es que, según este periodista, estamos asistiendo al final policial de ETA, y creo que no le falta parte de razón.

Los Gobiernos del PP y el PSOE siempre han vendido la idea mitológica de que era posible la derrota total de ETA, por la que todos sus militantes acabarían en la cárcel y los pocos que quedasen fuera no tuviesen más remedio que anunciar la disolución, aceptando la derrota. Es poco probable que algo parecido pueda ocurrir en el medio plazo porque si algo está demostrando ETA es su capacidad para incorporar más personas dispuestas a utilizar la violencia para imponer sus fines políticos. Más bien se puede considerar que estamos ante el final policial de ETA porque, pese a que puede cometer 3 ó 4 atentados importantes al año, incluyendo asesinatos, la presión policial controla todos sus movimientos, tiene permanentemente infiltrada toda la organización y es capaz de detener a la cúpula de ETA al completo prácticamente una vez al año.

Esta situación de debilidad trae consigo que ningún gobierno querrá negociar nada con ETA, excepto las condiciones de su disolución. En estas circunstancias ETA nunca estará dispuesta a culminar un proceso de paz, ya que lo considerará una derrota. Es lo que Jonan Fernandez alguna vez ha denominado el final desordenado de ETA, sin conversaciones con el gobierno, sin resolver la cuestión de los presos, sin ofrecer a toda la sociedad vasca un momento histórico como la culminación de un proceso de paz que le permita afirmar que la violencia es una cuestión del pasado, sin proceso de conciliación, etc.

En mi opinión, únicamente la aparición de uno o varios líderes que perciban con claridad esta realidad tendrá la capacidad de empujar a ETA hacia un proceso de paz, en el que tomen la iniciativa diciendo de manera clara que van a abandonar la violencia y que quieren hacerlo de una manera ordenada. ETA está derrotada, aún podrá causar mucho dolor, pero ha perdido incluso la posibilidad de gestionar un proceso de paz desde una posición privilegiada.

Me podré equivocar en este análisis y que dentro de unos días ETA nos dé una muy desagradable sorpresa, pero realmente creo que policialmente están perdidos. Otra cosa es que la Izquierda Abertzale lo esté políticamente, cosa que no pienso. Un anuncio de ETA de disposición clara a poner fin a la violencia puede ser una herramienta incalculable para un impulso social y político de la propia Izquierda Abertzale. ETA tiene que decidir, o mantiene la situación tal y como está y arrastra al precipicio a todo lo que se mueve alrededor de ella, o toma la decisión de aprovechar su final para tomar un nuevo impulso por las vías exclusivamente políticas y pacíficas.

Las consecuencias del asesinato de Uria

No voy a comentar en este post las cuestiones políticas que se pueden derivar del asesinato de Inaxio Uria a manos de ETA, sino que pretendo centrarme en las consecuencias humanas que ha traído este atentado, especialmente para las personas que trabajan en la construcción del TAV.

Se refuerza la seguridad. He tenido la oportunidad de hablar con un buen amigo que trabaja para una empresa de las que también construyen el TAV. Da la casualidad de la obra en la que trabaja está a escasos metros de uno de los tramos del TAV y me ha contado lo estricta que se está poniendo la seguridad. Un ejemplo de ello es que los guardas de seguridad van armados y también que se exige a todos los trabajadores llevar una tarjeta de identificación. Todo esto puede considerarse como una medida habitual de seguridad.

La amenaza contra los jefes de obra. Más grave es la situación que viven los jefes de obra y directivos de esta empresa. Mi amigo me cuenta que el mismo viernes tuvieron una reunión con el jefe de seguridad de la empresa, quien les recomendó a todos los responsables variar sus costumbres, como dejar de ir a comer al mismo sitio todos los días, y llevar un inhibidor de frecuencias siempre encima, además del que llevan en el coche particular, para evitar la detonación a distancia de una bomba. Por supuesto, todos estos responsables también tienen que ir acompañados por escoltas.

La preocupación en los trabajadores. La mujer de mi amigo también estaba presente. Es probable que la obra en la que trabaja finalice próximamente y su mujer afirmó que prefería que se fuese al paro antes de tener que trabajar en las obras del TAV, por miedo a un posible atentado. En este contexto de crisis y paro en aumento en el sector de la construcción os podéis imaginar las consecuencias de una decisión como ésta.

En definitiva, la amenaza de ETA se extiende de los empresarios a los jefes de obra y, de manera indirecta, al conjunto de los trabajadores. Su objetivo último es que se haga insostenible la construcción del TAV porque no haya empresas ni trabajadores dispuestos a ser contratados, sin importar las consecuencias. La carta de cinco miembros de la Plataforma “AHT Gelditu” deja muy claro cuál es el camino, y no es el que ETA precisamente quiere imponer.

Pedro J. y El mundo: manipulación y mentiras

Esta es la portada de hoy de El Mundo.

Azpeitia

«Matan a Uria…pero la partida continúa». Según ellos un ejemplo de decrepitud moral de la sociedad vasca, tal y como ha dicho hoy Pedro J. en la COPE (podéis leerlo en El Plural).

Aquí os dejo el vídeo con las declaraciones de uno de sus amigos.

Siguen jugando a cartas como homenaje a Ignacio Uria, sin más. El propio reportajillo de El Mundo sí reconoce, en páginas interiores, bien lejos de la portada, que las lágrimas se asoman a los ojos de sus compañeros y el ambiente desolador que reinaba en la cafetería en la que jugaban. Ya veremos si mañana esta explicación de los amigos de Uria aparece en El Mundo.
Desde que Rosa Diez afirmase, después de perder las elecciones autonómicas de 2001, que esa era la demostración de que la sociedad vasca tenía una enfermedad moral, no dudan en utilizar cualquier excusa para seguir con la misma cantinela.

Rechazo al asesinato de Ignacio Uria cometido por ETA en Azpeitia


Altuna y UriaETA ha asesinado hoy a Ignacio Uria Mendizabal. Quiero transmitir mi solidaridad y apoyo a sus familiares, amigos y compañeros, que están sufriendo de manera directa e irreparable la pérdida de un ser querido. Estas consecuencias humanas no deben perderse de vista porque a Ignacio Uria le han arrebatado la vida y las esperanzas que podía tener depositadas en el futuro y a todos sus allegados este asesinato les marcará de por vida.

ETA genera más dolor, frustración y desesperanza en vez de dar pasos decididos para poner las condiciones que hagan posible un nuevo proceso de paz. Lo constatable es que asesinato tras asesinato la sociedad vasca cada vez está menos dispuesta a facilitar un final ordenado de la violencia. El camino hacia la paz es el fin de la violencia, el respeto a todos los Derechos Humanos sin excepciones ni excusas, el diálogo, la apuesta por la convivencia y el respeto a la voluntad popular. En cambio, este asesinato representa un camino de violaciones de los Derechos Humanos, enfrentamiento y desprecio al deseo mayoritario de la sociedad vasca, que exige el final de la violencia.

Además, quiero plantear una pregunta a los dirigentes y miembros de ETA: ¿realmente creen que este asesinato contribuye en algo al trabajo que están desarrollando las plataformas contra el TAV y que los asesinatos son el camino para fomentar la participación y la movilización de la sociedad vasca en torno a esta reivindicación?

Todavía no sé si iré hoy a Azpeitia o me acercaré mañana, pero seguro que estaré en las movilizaciones que se convoquen para rechazar este asesinato.

Otras reacciones en los blogs: Gipuzkoatik, Hontza (Pablo Aretxabala), Patxi López, Juan Karlos Arteaga

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¡Ya está bien!

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ETA ha cometido un atentado hoy por la mañana en la Universidad de Navarra. En el momento en el que estoy escribiendo se habla de 17 heridos leves y no hay muchos detalles sobre el atentado. En cualquier caso, quiero rechazar y denunciar este atentado. ETA ignora la voluntad de paz de la inmensa mayoría de la sociedad vasca y no hace más que generar sufrimiento. No cabe ningún tipo de excusa: ETA debe abandonar la violencia ya mismo. Los Derechos Humanos son un todo indivisible que no se puede trocear a voluntad. No es legítimo reclamar continuamente los Derechos que a uno le corresponden e ignorar y vulnerar al mismo tiempo los Derechos de los demás.

Además, hay dos temas que me hacen pensar. Este atentado se comete en Navarra la misma semana en la que UPN y PP rompen relaciones y dos días después de la detención del Comando Nafarroa. ¿Cree ETA que con este atentado consigue algo? Ya es hora de que se vayan enterando y de que les dejemos claro que no van a impedir ni condicionar que la sociedad dirija su propio futuro.

(La foto es del Diario de Navarra)

753 presos

He podido leer hoy en Etengabe, el blog del Movimiento pro Amnistia de Uribe Kosta, que a día de hoy son 753 los presos pertenecientes a lo que denominan EPPK (Euskal Preso Politikoen Kolektiboa – Colectivo de Presos Políticos Vascos). En esa página está disponible el listado de presos tanto en España como en Francia y otros lugares.

Destaca que en esa lista no aparecen ni Carmen Gisasola ni Joseba Urrusolo, que escribieron una carta al Gara respecto a la situación de los propios presos. Por otra parte, aparecen como integrantes algunas de las personas que recientemente han sido condenadas en el juicio contra Gestoras, como Julen Zelarain y Aitor Jugo, y miembros de la Mesa Nacional de Batasuna, como Pernando Barrena.

No tengo datos para afirmar si es la cifra más elevada de presos en los últimos 30 años, aunque en todo caso es muy alta. Las recientes reformas del Código Penal han hecho que las condenas estén muy cerca de la frontera de una cadena perpetua de facto, la Doctrina Parot ha alargado las condenas y también se ha condenado o se mantiene en prisión preventiva a líderes de organizaciones políticas y sociales. También hay que subrayar que la presión policial sobre ETA se ha intensificado en los últimos meses.

Me quedo con un párrafo del artículo de Carmen Gisasola y Joseba Urrusolo:

Pensamos que había que haber seguido con los acuerdos de Loiola, porque la garantía de que esos acuerdos se cumplan están en las dinámicas políticas que se generen al ir dando pasos y avanzar en un proceso de paz, en las dinámicas e ilusión que se creen en la sociedad y no en el supuesto papel de garante que la organización armada pueda aportar en este sentido.

Me consta la ilusión que había despertado el proceso de paz en muchos presos y como decía una víctima de ETA en uno de los Foros de diálogo organizados en Mungia la pasada semana «jamas seré capaz de perdonar a ETA pero entiendo que la dispersión de presos es un castigo para las familias, las cuales no habían cometido ningún delito para ser tratadas así».

Otra vez Sísifo

La semana pasada escribí un post en el que utilizaba el mito de Sísifo para explicar como de nuevo la sociedad vasca se enfrenta a la necesidad de empujar «la piedra» para avanzar hacia la paz y la normalización por una «pendiente» de violencia y exclusión. Hoy, repasando las noticias con Google Reader me encuentro con un artículo de Belén Altuna en El País en el que también utiliza a Sísifo para explicar la situación actual. No pretendo afirmar que dicha articulista siga mi blog (ya me gustaría) pero sí quisiera destacar alguna diferencia en el empleo de este mito.
Dice Belén Altuna que

todos somos Sísifo y estamos condenados a cargar sobre nuestros hombros con la pesada roca del terrorismo.

Sísifo trataba de empujar la piedra pendiente arriba para llegar a la cima y dejarla caer, sin conseguirlo. Es cierto, el terrorismo, la violencia es una pesada carga, pero no una carga que hay que llevar a cuestas sin más. Tenemos un objetivo: llevar la piedra a la «cima» de la paz y la normalización. Esta idea de que la violencia es una carga lleva a decir a Belén Altuna que

todos somos responsables -aunque sea en nuestro pequeño entorno familiar y laboral- de colaborar en la tarea de su deslegitimación social. Y a los nacionalistas vascos, con quienes comparte definiciones y objetivos, les carga todavía con una piedra de mayor responsabilidad: su «no en nuestro nombre» ha de sonar con más fuerza aún

No comparto este argumento. Deslegitimar es una idea pasiva, entendida como una serie de actitudes frente a ETA y la violencia en las que se muestre el rechazo a ésta, esperando a que los dirigentes de ETA tomen la decisión de abandonar la violencia. Mi opinión es que hay que adoptar una actitud activa, como Sísifo empujando la piedra, que contribuya a poner las condiciones para que la violencia desaparezca. Además, Altuna entiende esta deslegitimación como

la de juzgar positivamente, alguna vez (si no es mucho pedir), alguna de las medidas policiales, judiciales y políticas que se vienen tomando para acabar con el terrorismo.

No voy a ser yo quien defienda a los nacionalistas pero este argumento encierra una falacia: si criticas las medidas policiales, judiciales y políticas no deslegitimas a ETA, por lo tanto le das argumentos para seguir con la violencia. Es esa idea de «dar alas a ETA» que comentaba en otro post dicha de manera más indirecta. Me rebelo contra esta idea y me reafirmo en que lo que da alas a ETA para justificar la violencia es utilizar cualquier medio para combatirla.

En definitiva, ETA no es una carga, es una piedra a la que tenemos que empujar hasta que ponga fin de la violencia y respete los Derechos Humanos.

Sísifo

Sísifo

Cuenta Homero en La Odisea que Sísifo fue obligado a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio (podéis consultar su historia en la Wikipedia).

Parece que la sociedad vasca también ha sido condenada al mismo castigo. Ayer el Tribunal Supremo ilegalizó ANV, ayer ETA puso una bomba lapa en el coche de un policía, hoy se espera la sentencia contra los responsables de Gestoras y el viernes la decisión del Supremo sobre EHAK.

Ayer Lokarri publicó una nota de prensa. Ante todos estos hechos perfectamente podemos transcribir literalmente antiguas notas de prensa de Elkarri (Ejemplo 1, ejemplo 2, ejemplo 3) o Lokarri (Ejemplo 1, ejemplo 2, ejemplo 3).

¿Cuántas veces tendremos que subir la piedra por la cuesta hasta que se respete nuestra voluntad de paz y Derechos Humanos?

Actualizo: ya se ha hecho pública la sentencia contra Gestoras y hemos publicado en Lokarri otra nota de prensa sobre este tema. ¡A empujar la piedra de nuevo!

Libertad vigilada

El Gobierno anunció ayer que va a promover una reforma del Código Penal para que pederastas y terroristas puedan ser condenados a una pena accesoria de libertad vigilada durante 20 años. La noticia se puede leer en todos los medios pero aquí os dejo lo que dicen Público, El Correo, Gara y Deia.

Vivimos tiempos en los que los medios de comunicación tienen una gran capacidad para crear alarma social. Los casos del asesinato de la niña Mari Luz o el de la excarcelación de De Juana han copado muchas páginas y minutos en la prensa, la televisión y la radio. Generalmente, la respuesta de gobiernos y partidos a esta alarma social es responder con más dureza, impulsando reformas urgentes del Código Penal. Y ya se sabe, las prisas son malas consejeras.

No queda muy claro leyendo las anteriores informaciones a quién y cómo se aplicarán estas medidas. Se puede deducir que serán de aplicación a los reincidentes. Por otra parte, se apunta a un criterio muy subjetivo: «a los que presenten a los ojos de la administración riesgo de reanudar sus crímenes tras su salida de prisión». Esta última parte da un poco de miedo porque se otorga a la administración una capacidad de discrecionalidad muy alejada de los principios garantistas que deben guiar la legislación penal. Como recuerda el Gara citando las declaraciones del profesor de Derecho COnstitucional Gerardo Ruíz, en un reportaje publicado por El País en agosto, «colocaría al sujeto en una situación de privación de algunos de los derechos vinculados con la dignidad humana y supondría una pena adicional encubierta». Estas penas nuevas pueden consistir en vigilancias por parte de las fuerzas de seguridad, personaciones en el juzgado, tratamientos médicos y psiquiátricos, la obligación de portar pulseras telemáticas o de asistir a programas formativos.

El principal problema de estas medidas es que pueden ser lógicas y ajustadas en unos casos y no tanto en otros. ¿Cómo se determina si están reinsertados? No quiero meterme en el caso de los pederastas porque no lo controlo pero sí en el de los presos de ETA. Supongamos que uno sale de la carcel sin estar arrepentido pero no quiere volver a ejercer la violencia,¿está reinsertado o hay que aplicarle estas medidas? Hay que ser muy cuidadoso. No veo grandes diferencias entre la libertad condicional y esa obligación de acudir al juzgado con regularidad.

Por otra parte, he podido leer en el Gara y en El Correo que el preso de ETA Juan Jose Rego ha iniciado una huelga de hambre. Sufre de una enfermedad cerebrovascular, de diabetes mellitus y de hipertensión desde hace más de 15 años, enfermedades todas ellas graves, por lo que iba a ser trasladado al Hospital de Donostia. Finalmente el traslado no se ha producido y por ello ha declarado la huelga de hambre. He aquí la realidad. Por un lado se pretende endurecer las condenas y por otro se niega la atención debida y Derechos Humanos básicos a los presos. Si esta es la receta para combatir a ETA se consigue el efecto contrario. La respuesta a ETA debe ser más democracia y más Derechos Humanos, para dejarla sin oxigeno justificador de su violencia injustificable.

Comunicado de ETA

Acabo de leer en Gara un nuevo comunicado de ETA. Aparte de otras cuestiones es despreciable que se permitan hacer un llamamiento al conjunto de la ciudadanía a implicarse en la lucha contra la opresión y los derechos. ¿Qué autoridad tienen para hacernos un llamamiento? Se permiten instarnos a implicarnos cuando son ellos los que tienen que escuchar el llamamiento de la ciudadanía vasca que les exige el final de la violencia. Esto me recuerda a otros comunicado en los que se quejaban de que la sociedad vasca no se implicaba lo suficiente.

Precisamente mañana sábado, a las 12 h., en la Plaza del Teatro Arriaga hemos convocado un acto para exigir a ETA el final de la violencia. ¡Qué nos escuchen de una vez!