
Ya ha pasado una semana desde que Brian Currin nos visitó para ofrecer una conferencia en Madrid y mantener una serie de contactos para explicar su análisis sobre la situación actual y, muy especialmente, sobre la nueva estrategia de Ezker Abertzalea. Me he tomado un poco de tiempo para reposar todo la información que hemos podido compartir y la que hemos recibido de partidos y otros agentes políticos e institucionales. Mi conclusión es muy positiva. No sé qué va a ocurrir en los próximos meses, pero estoy convencido de la voluntad de Ezker Abertzalea de ir poniendo las condiciones que hagan posible un proceso de paz.
Lo primero que me gustaría destacar es el privilegio que ha supuesto para mí compartir una semana de trabajo y conversaciones con Brian Currin. Las cenas, por ejemplo, me han demostrado que es una persona con mucha experiencia y con gran capacidad de buscar soluciones a algunos de los problemas que a nosotros nos han parecido hasta ahora irresolubles. En este sentido me gustaría poner dos ejemplos:
1- La referencia a los principios Mitchell. Todos nos hemos centrado en este tema y hemos destacado que consagran la necesidad de que un proceso de conversaciones se desarrolle en ausencia de violencia y con el compromiso de todos de no recurrir a ella para condicionar el proceso. Se nos ha pasado por alto otra importante consecuencia de la aceptación de los principios Mitchell: la necesidad de que un nuevo alto el fuego de ETA sea verificado por una comisión independiente.
Hasta ahora nos habíamos preguntado que podía decir ETA para generar confianza, sabiendo que no era muy factible que decidiese de repente abandonar las armas. Una vez que los altos el fuego y las treguas habían perdido credibilidad por las rupturas anteriores, no encontrábamos la solución. La que propone Currin es muy potente. Consiste en crear un equipo, como el que estaba encabezado por el propio Mitchell en Irlanda, que se encargue de evaluar si el alto el fuego se está respetando. ETA, de aceptarlo, tendrá que someterse a ello.
2- La importancia del debate interno. El documento y la nueva estrategia de Ezker Abertzalea ha sido debatida y consensuada en sus propias bases. Por tanto, todo aquel que se considere militante de Ezker Abertzalea deberá respetar la decisión. Es muy importante en caso de que se produzca un escenario no deseado. Si ETA declara un alto el fuego con las condiciones expresadas anteriormente (verificable de manera independiente) no hay problema, será un gran paso, al igual que si Ezker Abertzalea decide pronunciarse rechazando la violencia. Pero, ¿qué puede ocurrir si hay un atentado?
En este caso no es muy probable que condenen el atentado. Si fuera así, darían un gran paso, aunque posiblemente se encaminarían a una escisión. No es lo que buscan. Recientemente me han comentado que un líder de este sector político ya dijo hace unos años que su objetivo no es constituirse en una especie de Aralar más grande. En ese caso, ¿qué pueden decir? Claramente que las personas que han cometido el atentado están yendo en contra de la voluntad de Ezker Abertzalea expresada en las últimas asambleas y en el documento “Zutik Euskal Herria”. Sería un aviso a navegantes. A partir de ese momento, el que decida seguir con la violencia quedaría fuera de Ezker Abertzalea. Un primer paso claro y contundente que podría mover a la reflexión de los militantes de ETA, en el sentido de que tuvieran que decidir entre mantener la violencia y ser tachado de disidente o declarar un alto el fuego para respetar la decisión consensuada.
Me consta que los líderes de Ezker Abertzalea están tratando de convencer a ETA para que declare un alto el fuego verificable. Ya me he expresado en anteriores ocasiones en el sentido de preferir que esa declaración venga precedida de una petición pública de la propia Ezker Abertzalea. Así demostrarían que tienen el liderazgo. Ese paso, acompañado por otro que encaje en lo que exige la Ley de Partidos, supondría una transformación radical de las circunstancias y abriría las posibilidades para un proceso resolutivo, donde abordar el final de la violencia y el respeto a todos los Derechos Humanos, por un lado, y para alcanzar un acuerdo sobre el marco de convivencia, por otro. Percibo que la determinación de Ezker Abertzalea es muy firme. Es el principal soporte de mi esperanza.
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Hola Paul, me alegra enormemente leer tu comentario. Creo que, al igual que Ezker Abertzalea, has evolucionado y has pasado de la desconfianza a la esperanza. Creo que hay que seguir dando pasos, desde la izquierda abertzale, para avanzar hacia el objetivo. Pero es muy importante el acompañamiento desde otras instancias, como en este caso Lokarri.
Sabemos que en este país hay gentes miserables que siempre pedirán más, porque piensan que en un escenario futuro perderán su actual centralidad política, pero también hay agentes políticos y sociales que apuestan fuerte, a pesar de que sigue existiendo un riesgo.
Aún falta por despejar alguna incógnita importante, pero caminamos en la buena dirección y entre todos lo podemos conseguir.
Yo también me alegro y aprecio mucho el esfuerzo que se está haciendo. A ver si entre todos, o entre muchos, somos capaces de ir buscando una salida.
Kaixo Paul: Es cierto todo lo que dices, lo que nos pasa, o al menos a mi me pasa es que todavía estoy en el punto de «me lo creo o no me lo creo», son muchas las veces que hemos pensado que era la definitiva que no acabamos de pensar que ahora va en serio.
El que la Izquierda Abertzale apueste por los principios Mitchel supone un gran paso, muy grandes, así que no hemos tenido tiempo para pensar como situar a ETA en este tema.
Por supuesto que hay que dar pasos hacia delante, pero tenemos nuestras dudas a dar rienda suelta a proyectos de futuro y por tanto el pensar que forma hay para garantizar que ETA mantenga la ausencia de violencia verificable.
Es cierto que se percibe en la Izquierda Abertzale la decisión firme y que nos encontramos dando los «primeros pasos» hacia el futuro que tanto hemos querido lograr. Como dice Joxerra quedan dudas, es decir hay que continuar, dar pasos y seguir construyendo el futuro que tanto hemos soñado.
Tener dudas es normal. Yo tengo muchas. En estas ocasiones me acuerdo de algo que solíamos decir en las charlas hace unos años: un proceso hacia la paz se parece más a una carretera de montaña, llena de curvas, con peligro de desprendimientos, que a una autopista por la que puedes conducir a toda velocidad. En estos procesos estamos implicados seres humanos, con todas sus limitaciones, lo que provoca que no todo vaya según lo tenemos pensado y planificado. En mi opinión, lo importante es tener clara la meta, insistir y marcarse como único límite el respeto al que piensa diferente.
¡Qué suerte poder compartir con Brian Currin toda una semana, eres todo un privilegiado. A mí la verdad es que me cautivó escuchándole en la conferencia que dio en Donosti. Ojalá no tengamos que experimentar una reacción de la IA ante un atentado de ETA. Pero si por desgracia eso llegase a ocurrir, está claro que en esta ocasión los «traidores» no serían los nuevos «Aralar» sino la propia ETA por no seguir la voluntad mayoritaria de la IA.
Un abrazo
Tú lo has dicho, soy todo un privilegiado. Hace poco comentaba en Twitter que hay momentos que te llevan a pensar que el esfuerzo de 17 años merece realmente la pena. Este trabajo me encanta 🙂
Aupa! Mucha importancia me parece a mi que se le esta dando a los pasos o no pasos que la izquierda abertzale parece dar o querer dar o no dar.Por una parte ya ha dicho queno prevee un atentado,que si se da actuara en consecuencia.Ademas ETA ha respaldado la posicion de la izquierda abertzale.Evidentemente e historicamente es cierto que la izquierda abertzale ha sido quien ha puesto propuestas sobre la mesa para lograr soluciones (alternativa KAS,replanteamiento de esta alternativa,alternativa democratica,lizarra,anoeta….)pero no es menos cierto que es el estado al final el que tiene por una parte mas fuerza y por otra la decision,digamos,final de dar oportunidades para que la democracia y el fin de la transicion politica lleguen a euskla herria.
Creo que es necesario interpelar al estado para que de garantias de que todos los proyectos politicos son realizables,incluyendo el independentista,de que no va a torturar y de que va a dejar a un lado la criminal politica que lleva a cabo en las carceles y contra los familiares de abertzales encarcelados (750).
El estado debe garantizar la libre reunion,la libre manifestacion,el derecho a elegir y ser elegido y por supuesto el derecho a la libe determinacion politica y estructuracion institucional de euskal herria.Si estos pasios no se dan es muy dificil que se consigan garantias por otras partes.
Estoy de acuerdo en que la mayoría de temas que comentas, relativos a derechos humanos y libertades democráticas, son necesarias para que cualquier proceso de solución pueda desarrollarse. Es más, en mi opinión son exigibles aunque no nos encontremos en un proceso. Ahora bien, hay que hacer un ejercicio de realismo. Ezker Abertzalea también lo ha hecho al afirmar que está dispuesta a dar pasos unilaterales, sin estar pendiente de lo que haga el resto. El Estado considera que está ganando, que es posible la derrota policial de ETA. Hay que tener claro que no se moverán mucho. Si se condicionan determinados pasos, como el final de la violencia, a los movimientos del Gobierno, nunca ocurrirá nada bueno. En estos momentos hay que actuar con autorresponsabilidad y actuar para que sea muy difícil para el Gobierno negarse a un proceso de diálogo.
Espero que así sea…. un saludo!
.-= Puedes leer en el blog de Reven ..Lapidemos al Vaticano =-.