El Ministro de Interior francés, Manuel Valls, ha sido muy rotundo en una reciente entrevista:
No habrá un País Vasco francés en la próxima ley de descentralización. No habrá una estructura administrativa vasca, no queremos abrir ese debate. Tenemos las cosas muy claras y mientras ETA no entregue las armas seremos inflexibles.
Las reacciones desde Iparralde no se han hecho esperar, tal y como recojen medios como EITB, Sud Ouest o Naiz. Como muestra vale este tuit de Max Brisson, de la UMP, la derecha francesa:
Le ministre de l’intérieur balaie le travail du Conseil des élus et fait l’amalgame avec l’ETA. Une faute politique.
— BRISSON Max (@max_brisson) octubre 29, 2012
El ministro del Interior barre la labor del Consejo de Electos y hace una amalgama con ETA. Un error político.
O este en referencia a unas declaraciones de Sylviane Alaux, diputada del Partido Socialista francés, el partido de Valls:
«j’ai cru à une mauvaise plaisanterie, je suis blessée» réaction de Sylviane Alaux députée Ps des PA apr déclarations de Valls sur P Basque
— France3 euskal herri (@F3euskalherri) octubre 29, 2012
Pensé que era una broma, me siento herida.
No solo ellos. Representantes del centrista Modem o la Izquierda Abertzale también han mostrado su más enérgica crítica. Las declaraciones del Ministro Valls han conseguido así un rechazo rotundo y generalizado en Iparralde.
Tengo la sensación de que el Ministro francés del Interior ha aprendido bien la lección de sus homólogos en el Gobierno Español: nada mejor que mezclar a ETA en cualquier reivindicación política para tratar de desprestigiarla, por mucho consenso que haya podido conseguir.
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