El 28 de junio de 2009 un golpe de estado en Honduras destituyo al Presidente Zelaya. Algo más de tres años después la Comisión de la Verdad de Honduras, cuyo objetivo es esclarecer los hechos relacionados con dicho golpe de estado, ha publicado su informe concluyendo que «el reconocimiento de la verdad, el juicio y castigo de los responsables del golpe y de estas graves violaciones y la reparación integral de las víctimas son el camino para poder avanzar hacia la plena vigencia de todos los derechos humanos».
El documento ha sido elaborado «sobre la base de las denuncias e informes recibidos y las investigaciones de la Comisión». Concretamente han recabado 1.966 testimonios. Lo que han hecho tiene mucho mérito porque hay que destacar que el trabajo de esta Comisión se ha desarrollado en una situación todavía de conflicto, no de post-conflicto, como en general han trabajado otras comisiones de naturaleza similares. La propia Comisión destaca que han tenido que «trabajar bajo una situación de amenaza permanente. Por esta razón hemos tomado medidas de seguridad muy estrictas».
Las conclusiones
El Informe recoge 16 conclusiones sobre lo ocurrido. Me gustaría destacar algunas de ellas:
1. Confirma que en Honduras se produjo un golpe de estado cívico-militar, cuya fase inicial el 28 de junio de 2009 culmina con el secuestro y posterior exilio del Presidente José Manuel Zelaya Rosales.
2. A partir del quiebre institucional se constata la aplicación de una práctica sistemática de acciones y omisiones delictivas que representan además la transgresión de derechos humanos y libertades fundamentales. Se verifica incluso la perpetración de crímenes de lesa humanidad.
3. No obstante la gravedad, masividad y sistematicidad de las violaciones constatadas, la Comisión se ve en la necesidad de destacar la casi total ausencia de acciones de parte del Estado tendientes a cumplir con la obligación de reconocer sus responsabilidades en relación con las violaciones, y de enjuiciar y sancionar a los responsables de las mismas.
Son muy contundentes y subrayan la impunidad con la que se han movido los responsables de las graves vulneraciones de Derechos Humanos recogidas en el informe.
Las recomendaciones
En cuanto a las recomendaciones, estas son algunas de las más interesantes:
1. Investigar y sancionar a los responsables intelectuales y materiales del golpe de Estado y las violaciones a los derechos humanos que se desprenden del mismo.
2. Reparar a las víctimas. En este sentido propone: 1) dictar una ley de memoria histórica, 2) compensarlas económicamente, 3) reconocer públicamente la verdad, 4) anular la Ley de Amnistia de 2010, 5) facilitar el retorno de los exiliados y 6) incorporar el relato de lo ocurrido a la enseñanza.
3. Reformar las estructuras del Estado, especialmente judicatura, seguridad y fuerzas armadas.
4. Impulsar medidas de mejora democrática del país.
La valentía para mirar al pasado
A modo de conclusión personal, me resulta llamativo como en estos países, que muchas veces consideramos como Tercer Mundo, o como poco desarrollados, muestran una valentía mucho mayor que la nuestra para mirar de frente a lo que les ha sucedido con el ánimo de construir un futuro mejor. En cambio, aquí, seguimos en esta estéril batalla de los relatos, ignorando el dolor y el sufrimiento que han padecido todos aquellos que no comparten nuestra manera de pensar.
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Tomemos nota!!!!
Es increible el compromiso y la valentía de las personas que han realizado ese trabajo. Aquí con compromiso sería suficiente, el contexto es absolutamente diferente y sí se dan las condiciones para poder hablar de lo ocurrido y alcanzar unas conclusiones mínimas y propuestas concretas de futuro. Eskerrik asko Paul!