Gesto puso las semillas, Lokarri cuida el jardín

«En febrero de 2012 Gesto por la Paz anunció su última manifestación anual por la paz. Algunos meses antes, Lokarri, junto a otras entidades, promovió una conferencia de paz en San Sebastián. El resultado de dicha conferencia fue una declaración en la que se reclamaba a ETA el final de la violencia y la apertura de un proceso entre ETA y el Gobierno para resolver el conflicto. Tres días después ETA anunciaba el final definitivo de la violencia».

Portavoces de Gesto y Elkarri en 1997
Portavoces de Gesto y Elkarri en 1997

Así comienza la publicación escrita por Egoitz Gago, investigador de la Universidad de Bradford, que estudia la manera en la que Gesto por la Paz y Lokarri han cambiado la sociedad. El autor considera que «ambas situaciones no están mutuamente aisladas, sino que son consecuencia de años de protesta pacífica en el País Vasco». Precisamente la publicación, editada por el Institut Català Internacional per la Pau, trata de describir este proceso, «definiendo el movimiento pacifista vasco, sus esfuerzos y la manera en la que la sociedad comparte sus percepciones e ideas».

El contenido de la publicación

La tesis del autor es que ambas organizaciones consideran que el principal problema ha sido la presencia de la violencia y que es necesario defender un proceso democrático para superar los debates sobre los problemas relativos al marco jurídico. En lo que difieren, según Gago, es en el hecho de que Gesto apuesta por un escenario de ausencia de la violencia, dejando el papel principal de normalizar la situación en las instituciones democráticas, mientras que Lokarri considera que el final de la violencia es el primer paso hacia un escenario de reconciliación donde convergen la sociedad civil y los agentes políticos.

También considera que la labor de Gesto es más «social» y la de Lokarri más «política». En este sentido, subraya que esta especialización ha hecho que ambas organizaciones sean extremadamente eficientes en lo que hacen y así no tienen que dedicar recursos a temas que puedan solaparse con el trabajo de la otra organización. Gesto dominó la protesta social mientras que Lokarri adoptó un papel más parecido al de un grupo de presión que a un movimiento social. Así «esta división del trabajo ayuda a explicar el éxito de la acción vasca por la paz ya que ambas organizaciones destinaron sus recursos a promover su particular área de interés».

Me ha resultado muy interesantes algunas observaciones que el autor hace sobre la relación entre Gesto y Lokarri. Destaca que a nivel micro muchos miembros comparten la pertenencia o participación en ambos grupos. Creo que no anda desencaminado. Yo mismo comencé mi actividad pacifista en Gesto, para posteriormente participar en actividades tanto de Gesto como de Elkarri, aunque ya hace unos cuantos años decidí centrar todos mis esfuerzos en Elkarri-Lokarri.

Ideas sobre Lokarri

No quiero terminar sin destacar un par de ideas que Gago apunta sobre Lokarri:

1- La principal contribución de Elkarri-Lokarri fue sumar un discurso político a la actividad pacifista, «un código de conducta para los actores políticos centrado especialmente en el diálogo en vez de en la confrontación».

2- Sobre la transformación de Elkarri a Lokarri, el autor destaca que también hubo un cambio en el liderazgo que fue visto con recelo por parte de sus miembros. Supongo que se referirá al momento en el que sustituí a Jonan Fernández como coordinador general. Ciertamente, como es natural, una parte de los miembros de Lokarri pensaron que no sería capaz de desarrollar mis funciones. Lo que me alegra es el hecho de que Gago destaque que «este problema ha desaparecido, especialmente tras los últimos éxitos (…) que han dado relevancia a Lokarri y un impulso que permite a la organización promover su carácter distintivo entre los actores políticos, no solo en el País Vasco, sino también a nivel nacional e internacional».

Los movimientos pacifistas han hecho posible una salida pacífica

La publicación es muy interesante para comprender cuál ha sido la aportación de la sociedad y de los movimientos pacifistas al actual escenario de fin de la violencia de ETA. Sin duda, «el despertar de la identidad pacifista es crucial para entender la actual situación política en el País Vasco. Gesto por la Paz y Lokarri han sido capaces de plantear temas que no eran debatibles hace 20 años. Estas organizaciones desarrollaron un marco vasco de paz que ha calado a diferentes niveles de la sociedad vasca y finalmente ha hecho posible una solución pacífica al conflicto». Como manifiesta el autor «Gesto por la Paz preparó el terreno y plantó las semillas, y Lokarri está cuidando el jardín«. No se puede explicar mejor.

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3 comentarios en «Gesto puso las semillas, Lokarri cuida el jardín»

  1. Ya… pues no se que decir. Me parece un ejercicio de autocomplacencia, dejo de lado la muy discutible postura de Gesto a lo largo de los ultimos años, sobre todo cuando se prestaron al juego de la confrontacion social del PP-PSOE en tiempos del lazo.
    A partir de ahi fijense de nuevo en el caso irlandes que tambien tuvieron sus movimientos «sociales» pacifistas que arrancaron sorprendiendo para irse diluyendo en la nada. Veanse las manifestaciones de Gesto de los ultimos años.

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  2. Más allá de consideraciones políticas, creo que la labor de Gesto fue muy importante para dar voz a muchas personas que querían el final de la violencia y el respeto a los Derechos Humanos. Haciendo un análisis de nuestra historia reciente, no se puede entender la actual posición de la sociedad vasca dejando a un lado la aportación de Gesto.

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    • Cierto. Tan cierto como que tampoco se puede entender la actual posicion del pueblo vasco sin la aportacion de ETA.
      Que sirvio en su momento para galvanizar y visualizar el rechazo a las acciones de ETA es indiscutible, ahora tambien es verdad que aunque organizaran concentraciones tambien por algunas muertes causadas por las FSE a estas no acudian la misma gente que a las otras. No es menos cierto que su impulso fue luego fagocitado por las organizaciones que salieron al calorcillo de lo sucedido en torno a Blanco.
      A mi me parece que tuvo sus cuatro años de gloria antes de ser adelantado por las organizaciones ultras que desnudaron politicamente, o mejor, que vistieron politicamente el supuesto reproche moral de gesto.

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