Una frase que resume perfectamente lo que es un proceso de paz y reconciliación. El que piense en estos procesos como algo lineal, que sólo avanza, está muy equivocado. No me refiero al proceso para llegar hasta la paz, que evidentemente siempre es muy complicado; que nos lo digan a nosotros. El proceso de gestión de un acuerdo de paz y la reconciliación representan uno de los retos más complicados a los que se puede enfrentar una sociedad.
Esta frase fue pronunciada por Cormac McAleer, uno de los participantes en el seminario «La contribución de las comunidades locales a la construcción de la paz» organizado por la Diputación de Gipuzkoa en colaboración con el «Special European Union Programes Body», que gestiona el programa «Peace» para Irlanda del Norte. La organización a la que pertenece y otras muchas trabajaban antes de los acuerdos de paz en Irlanda con presos y víctimas. Su objetivo era ir generando confianza. Admitió que su labor con las víctimas es más difícil por dos razones: 1) a éstas les cuesta aceptar que también trabajen con presos y 2) hay organizaciones de víctimas que están muy cerca de los partidos políticos y haciendo política partidaria. ¿Os suena esto?
En el seminario se ha hablado mucho de reconciliación. Los ponentes irlandeses han admitido que es muy difícil definirla. De hecho, incluso quitaron algunas referencias a ella en sus documentos porque las personas no la entendían o, simplemente, era un término que les daba miedo. McAleer contó una historia que explica de manera sencilla qué es la reconciliación.
Historia de un policía.
Un expolicía, un líder emergente, comenzó a trabajar activamente en un grupo de apoyo a víctimas. Este grupo participaba en un proyecto de reconciliación y entro en contacto con una asociación de antiguos presos del IRA. Cuando quedaba con sus amigos de la policía para tomar una cerveza en el pub éstos le recriminaban su actitud. Pese a todo, siguió participando en el proyecto, sabiendo que el siguiente paso sería intentar que sus amigos también se involucraran.
Esto es la reconciliación. Ir creando un tejido social que permita el conocimiento mutuo y asumir las diferencias, superando las divisiones sociales y las desconfianzas. El impulso de la cooperación es fundamental. Los programas de paz impulsados con la financiación de la Unión Europea se han implementado a través de partenariados constituidos por partidos políticos, asociaciones y entidades locales. Han sido redes que contribuyeron a mantener el flujo de diálogo entre los partidos en los momentos de crisis del proceso de paz.
Lo más importante llegó al final. Pat Colgan, el responsable del programa de la Unión Europea para Irlanda del Norte, dejó abierta una puerta para el apoyo de la Comisión Europea al establecimiento de la paz en Euskal Herria. Nunca está de más saber que tendremos ayuda para consolidar la paz, aunque el primer paso nos corresponde a nosotros. Ya sabemos que no va a ser fácil, pero hay que intentarlo.
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Sinceramente, el grado de odio en el tema de Euskadi es tan elevado… que es absolutamente imposible imaginarse una fotografia de Txapote y Mari Mar Blanco juntos. Es una realidad que yo ni me la plantearia.