Finalmente se ha presentado el acto que han convocado PNV, EA, Ezker Batua y Aralar para el próximo sábado, 25 de octubre, en defensa dedel derecho a decidir. Hitza hitz, como se ha denominado la iniciativa, consistirá en la celebración de concentraciones en seis localidades distintas (Gernika, Amorebieta-Etxano, Durango, alto de Urkiola, Legutio y Vitoria-Gasteiz) en las que se formarán seis palabras relacionadas con la consulta: Euskal Herria, Bakea Bai, Erabakia Bai.
En primer lugar, me parece que el formato de presentación del acto ha sido un poco extraño. Si el objetivo es organizar un acto potente, masivo y festivo, es de esperar la presencia de los máximos dirigentes de cada partido. Los partidos pueden hacer lo que quieran pero me parece que en este tipo de actos es necesario transmitir a la ciudadanía la importancia de la movilización y no creo que ésta sea la mejor manera.
Por otra parte, destaca la premura de la presentación. Apenas restan 10 días para la celebración del acto y este periodo de tiempo no parece demasiado amplio como para calentar el corazón movilizador de la sociedad. En otros casos sí es posible la convocatoria de urgencia, como en el caso de las movilizaciones tras un asesinato de ETA, pero en éste resulta escaso. Además, hay que resaltar que en ninguna de las crónicas de la presentación queda clara la hora de convocatoria. Sólo se comenta que a la una del mediodía se leerá un comunicado en Gasteiz.
Todo ello me lleva a señalar que la defensa de la celebración de una consulta viene acompañada por la falta de previsión y coordinación. Desde que la convocatoria fue declarada inconstitucional se han anunciado la presentación de recursos ante el Tribunal de Estrasburgo, la difusión de un manifiesto que no aclara este tema de las denuncias, se han dado a conocer de manera precipitada la celebración de actos y se han filtrado noticias sobre desencuentros y polémicas entre los partidos. La sociedad necesita claridad en los mensajes. La consulta es una propuesta que ya se ha visto debilitada y atacada por otros frentes como para permitirnos el lujo de ofrecer un mensaje difuso a la ciudadanía, quien se encuentra hastiada, frustrada y, hasta cierto punto, desmovilizada tras el fracaso del proceso de paz.
De todos modos, considero que los principios están por encima de las formas. El 25 de octubre acudiré a este acto porque comparto la idea de que la solución a nuestros problemas pasa por el final de la violencia, el diálogo, el acuerdo y la consulta. Hay que seguir empujando por la paz, la normalización y la convivencia y estoy convencido de que la consulta tiene un importante papel que jugar en nuestro futuro. No concibo una solución que no pase por dar la palabra a la ciudadanía y hay que seguir insistiendo para que un día se pueda celebrar una consulta y, si es para ratificar un acuerdo político, mejor que mejor. Me quedo con las palabras pronunciadas por Aintzane Ezenarro:
no estamos ante el cierre de un proceso sino que estamos dando un paso más en un proceso que va a ser largo, hasta que alcancemos un nuevo acuerdo de convivencia.
Por eso iré y propondré que Lokarri apoye la convocatoria. ¿Vais a ir vosotros?