Envidia sana

Se ha constituido el Gobierno norirlandes, en el que compartirán tareas de gobierno tanto los unionistas de Ian Paisley como el Sinn Fein. La formación de este gobierno culmina un recorrido que se inició con el Acuerdo de Viernes Santo, firmado en 1998, y que ha permitido asentar las bases para una convivencia pacífica y democrática en Irlanda del Norte. Con todos sus problemas y defectos este camino ha llevado a que los extremos enfrentados de una sociedad no sólo sean capace de hablar, también de gobernar juntos.

Tampoco hay que engañarse. A partir de ahora tienen un difícil trabajo de diálogo y consenso para hacer el nuevo gobierno funcione y para que se asienten los acuerdos de Viernes Santo. La gran ventaja es que ya disponen de los mínimos necesarios para afrontar sus diferencias por vías exclusivamente pacíficas y democráticas. También tienen la creencia (aunque con matices) de que el futuro lo tienen que construir entre todos.

¡Y aquí seguimos igual! Nosotros, por contra, aún teniendo una sociedad mucho más estructurada que la norirlandesa y que ya se ha posicionado en repetidas ocasiones en favor de un proceso de paz, no somos capaces de alcanzar esos acuerdos que nos permitan gestionar nuestro futuro en base al diálogo, la negociación y el acuerdo.

Me gustaría señalar algunos datos que han permitido llegar esta situación en Irlanda del Norte:

-Tanto el IRA como los grupos paramilitares protestantes llegaron a la conclusión de que la lucha armada no era el medio más adecuado para alcanzar sus fines políticos.

-El gobierno británico comprendió que la lucha policial sólo ofrecía soluciones parciales y limitadas en el tiempo para los problemas de Irlanda del Norte.

-Los republicanos analizaron la situación y asumieron cuál era la realidad política y social, entendiendo que era necesario un acuerdo con los unionistas para fijar las reglas de juego.

-Los unionistas aceptaron que el desarrollo de Irlanda del Norte pasaba también por el reconocimiento de los derechos de la comunidad católica.

-Lo que es más importante, todos ellos percibieron las ventajas, tanto económicas y sociales, que tenía crear un marco de cooperación y superar la etapa del enfrentamiento.

-Hay que añadir la voluntad inequívoca del gobierno británico e irlandés por poner solución a un problema que venían arrastrando desde hace muchos años.

Sin caer en la comparación simplista, a ver cuándo aprendemos.

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