Ya se terminaron las vacaciones. No me puedo quejar porque han sido largas, gracias a la decisión que tomamos en enero de rebajarnos un poco el sueldo. He disfrutado mucho con mis hijos, mi mujer y mis amigos, a los que no suelo cuidar excesivamente durante el resto del año, aunque en parte ha sido a costa de abandonaros un poco a todos vosotros, mis amigos cibernéticos. No ha sido una decisión totalmente consciente. El modem 3g del ordenador se ha negado a conectarse y el teléfono móvil está bien para navegar por internet, pero no para escribir. No me ha venido mal para respirar y volver con más ganas, para no tener la sensación de que mi actividad en las redes sociales deja de ser una pasión y pasa a ser una obligación.
La última quincena de agosto hemos estado en Zahara de los Atunes, en Cádiz, donde está garantizado el calorcito, hay buenas playas y se come muy bien. Las puestas de sol son espectaculares.
También hemos gozado del ambiente de los chiringuitos, aunque los horarios de los niños lo limitan un poco. Incluso pudimos estar en un concierto de antiguos componentes de Mano Negra.
Tampoco ha faltado un poco de aventura. Tres días antes de marchar el coche empezó a hacer un ruido un poco raro. Lo llevamos a un taller de Barbate y nos dijeron que no era nada grave. Lo malo es que en pleno viaje de vuelta, en Sevilla, el coche nos dejó tirados. Menos mal que Grúas Puntas vino rápido a rescatarnos y que la asistencia en viaje de Seguros Bilbao nos atendió muy bien y nos puso un coche de sustitución para poder regresar a casa. Ahora mi coche está en un depósito de Sevilla a la espera de que lo traigan al taller.
Si algo así te pasa estando sólo es un problema, pero estando con los niños es un problemón, aunque una avería es lo mejor que te puede pasar comparándolo con todas las tragedias que se dan en la carretera. Hemos llegado bien, que es lo importante, y de paso hemos visitado de nuevo Salamanca.
Está claro que estoy gafado con estos viajes. El año pasado, en Conil, nos robaron en el coche y ahora esta avería, a lo que hay que sumar una bonita foto cortesía de la DGT. No suelo correr mucho, pero se ve que me despisté en el único radar que hay en Valladolid. En fin, toca pagar y no volver a correr 🙂
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Ongi etorria! Zure idatziak faltan botatzen nituen. Ez duzu gai faltarik izango.
Eskerrik asko! Uda honetan gauza asko gertatu dira eta, zoritzarrez, txarrak izan dira denak.
Bienvenido a la selva!!!
Un abrazo! Nos leemos y nos escuchamos.
.-= Puedes leer en el blog de Javi V ..Ángel Gabilondo, un ministro en MQP =-.
y tanto que selva, ¡cómo está el patio! Me he abstenido de escribir nada sobre ello en este post para no empezar cabreado.
El sábado nos encontraremos en las ondas 🙂
Aupa Paul. Son dos días… Sobre el placer de estar desconectado escribi hacia unos dias Amalio, muy interesante. http://www.amaliorey.com/2009/08/24/elogio-a-la-desconexion-post-96/
Un abrazo enorme
Este año no tengo crisis postvacacional, he vuelto con muchas ganas e ideas en la cabeza. Por cierto, muy bueno el post de Amalio, igual el año que viene sigo sus consejos de manera consciente.
Bueno Paul, regreso accidentado, pero lo importante es regresar bien. Ahora, a meter caña con las pilas a tope.
Un saludo
Jeje, pues es verdad, he venido con ganas de meter un poco de caña 🙂
Yo también he estado «desconectado» un porrón de tiempo y lo echaba en falta porque mi jodío insomnio ha hecho que me tragara por las noches más horas de televisión que las aconsejable, aunque los libros que he podido devorar han amortiguado algo el shock. Bienvenido, Paul.
.-= Puedes leer en el blog de picapiedra ..Operación Pandemia =-.
Mal asunto ese del insomnio. Nunca lo he padecido pero me imagino que tiene que ser duro. De paso, con todo lo que has leído, puedes escribir un post con recomendaciones literarias. Cuídate
Esta misma noche es probable que me ponga a ello 😉
.-= Puedes leer en el blog de picapiedra ..Noja =-.
Anda que pasas por Salamanca y no aprovechas para conocer a Ismael…. 😉
Ni sabía que vivía allí, pero le propongo a mi mujer quedar con un bloguero en Salamanca y me mata 😉