Hoy en Bilbao se ha celebrado el primer homenaje a las víctimas de abusos policiales cometidos entre los años 60 y 78, es decir, durante la Dictadura y los primero años de la Transición. Este acto se suma, a modo de reconocimiento y reparación, al Decreto de Reconocimiento y Ayudas aprobado por el Gobierno Vasco.
Ciertamente, este acto, así como el Decreto, han recibido críticas, tanto de organizaciones de afectados, como de expertos o del propio PP. En cualquier caso, creo que estas acciones son un primer paso positivo. Tiene carencias y aspectos mejorables, pero permite ir cubriendo el déficit de reconocimiento y reparación que han tenido las víctimas de motivación política y abusos policiales.
La parte más potente del acto ha sido la intervención de Inés Núñez. Ha lanzado mensajes muy potentes.
Lo que más me ha llegado ha sido el hecho de que han estado invisibilizadas hasta ahora. Da la casualidad de que me he llevado una gran sorpresa cuando la he visto en el escenario. Fuimos compañeros de clase en la universidad y jamás supe lo que le había pasado a su padre. Esto me ha hecho pensar en cómo hemos tenido todo este sufrimiento al lado nuestro sin que nos hayamos dado cuenta.Ha sido también positiva la pluralidad que he visto en el acto. Han acudido miembros de todos los partidos políticos, excepto del PP y de Sortu, aunque cabe la posibilidad de que estos últimos no hayan sido invitados. En cuanto a organizaciones sociales, ha habido más pluralidad y he visto a representantes de Argituz, Bakeola, Egiari Zor, Gesto por la Paz, TAT o Unesko Etxea.
Mientras, y casi a la misma hora, en el Congreso de los Diputados se homenajeaba a las víctimas del terrorismo. No han participado las principales asociaciones de víctimas ni Amaiur. Por su parte, y en Gernika, Amaiur homenajeaba a todas las víctimas de la violencia, mostrando su compromiso absoluto con los medios democráticos y absolutamente pacíficos y reiterando su rechazo al uso de la violencia y a la amenaza de la misma.
Demasiados actos y homenajes que no terminan de conseguir la adhesión del conjunto de los partidos políticos. Se siguen subrayando los matices y hay dificultades para acordar una forma reconocimiento a todas las víctimas de la violencia, sin distinción de ningún tipo. En cualquier caso, creo que estamos avanzando en la buena dirección para que realmente se pueda construir una convivencia basada en la memoria, el respeto y el reconocimiento.
Para terminar, esta noche ETB estrena el documental “Por quién no doblan las campanas” que recoge testimonios de personas que sufrieron agresiones de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado entre los años 60 y 78. Sé que el horario coincide con la semifinal de la Eurocopa, y que eso le restará espectadores. Puestos a soñar, sería bonito que este documental tuviera más audiencia que el partido, a modo de homenaje de toda la sociedad vasca a todas las personas que han sufrido graves vulneraciones de Derechos Humanos.
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