No soy una persona a la que le gusten los discursos en negativo pero después de leer todos estos días declaraciones como ésta, ésta o ésta no he podido resistirme.
Es sorprendente que se argumente que el ejercicio directo de la democracia puede dividir o crear una brecha social. En mi opinión, lo que realmente divide a la sociedad vasca es mantenerla en una situación de no diálogo y no acuerdo, en la que no se despeja un camino viable para alcanzar un consenso básico que sirva para encontrar lo que une a esta sociedad y gestionar nuestras diferencias de manera pacífica y democrática. Por el contrario, una consulta en la que únicamente se pregunta a la ciudadanía por los principios que deben guiar una solución para avanzar hacia la paz y la convivencia tiene la capacidad de asentar las bases para una convivencia sin exclusiones.