La semana pasada escribí un post en el que utilizaba el mito de Sísifo para explicar como de nuevo la sociedad vasca se enfrenta a la necesidad de empujar “la piedra” para avanzar hacia la paz y la normalización por una “pendiente” de violencia y exclusión. Hoy, repasando las noticias con Google Reader me encuentro con un artículo de Belén Altuna en El País en el que también utiliza a Sísifo para explicar la situación actual. No pretendo afirmar que dicha articulista siga mi blog (ya me gustaría) pero sí quisiera destacar alguna diferencia en el empleo de este mito.
Dice Belén Altuna que
todos somos Sísifo y estamos condenados a cargar sobre nuestros hombros con la pesada roca del terrorismo.
Sísifo trataba de empujar la piedra pendiente arriba para llegar a la cima y dejarla caer, sin conseguirlo. Es cierto, el terrorismo, la violencia es una pesada carga, pero no una carga que hay que llevar a cuestas sin más. Tenemos un objetivo: llevar la piedra a la “cima” de la paz y la normalización. Esta idea de que la violencia es una carga lleva a decir a Belén Altuna que
todos somos responsables -aunque sea en nuestro pequeño entorno familiar y laboral- de colaborar en la tarea de su deslegitimación social. Y a los nacionalistas vascos, con quienes comparte definiciones y objetivos, les carga todavía con una piedra de mayor responsabilidad: su “no en nuestro nombre” ha de sonar con más fuerza aún
No comparto este argumento. Deslegitimar es una idea pasiva, entendida como una serie de actitudes frente a ETA y la violencia en las que se muestre el rechazo a ésta, esperando a que los dirigentes de ETA tomen la decisión de abandonar la violencia. Mi opinión es que hay que adoptar una actitud activa, como Sísifo empujando la piedra, que contribuya a poner las condiciones para que la violencia desaparezca. Además, Altuna entiende esta deslegitimación como
la de juzgar positivamente, alguna vez (si no es mucho pedir), alguna de las medidas policiales, judiciales y políticas que se vienen tomando para acabar con el terrorismo.
No voy a ser yo quien defienda a los nacionalistas pero este argumento encierra una falacia: si criticas las medidas policiales, judiciales y políticas no deslegitimas a ETA, por lo tanto le das argumentos para seguir con la violencia. Es esa idea de “dar alas a ETA” que comentaba en otro post dicha de manera más indirecta. Me rebelo contra esta idea y me reafirmo en que lo que da alas a ETA para justificar la violencia es utilizar cualquier medio para combatirla.
En definitiva, ETA no es una carga, es una piedra a la que tenemos que empujar hasta que ponga fin de la violencia y respete los Derechos Humanos.
En la revista Haritu 10, de julio de 2007, hay un reportaje titulado “Sísifo, de vuelta a la trinchera” que recoge esta misma idea. En ese artículo se analizaba la vuelta de Iñaki de Juana a la carcel, el encarcelamiento de Arnaldo Otegi, así como el aumento de la kale borroka y la amenaza de una “campaña de verano” de ETA. El final del artículo, visto un año después, resulta todavía más frustrante:
“Sólo el tiempo dirá si el escenario vasco vuelve a enrocarse en lo peor de la estrategia de las trincheras, o si es posible resucitar el espíritu que hizo posible que tantos corazones se llenaran de esperanza. Por el momento Sísifo vuelve a lo más bajo del valle y, resignado, contempla un segundo el horizonte con los brazos en jarras y comienza trabajosamente a empujar de nuevo la piedra ladera arriba”
Vaya, y yo que creía que había tenido una idea original y resulta que mis “compis” de la revista Haritu ya la habían utilizado. Me ha debido traicionar el subconsciente 😉
Por el momento no creo que estemos en la parte más baja del valle, hay pasos que ya se han dado y para los que no hay vuelta atrás.
Totalmente de acuerdo, es que es tan de sentido común!!!
Hoy a la mañana una señora o señorita recriminaba a Rafa Larreina el acto de repulsa que han hecho en el Parlamento Vasco en tanto que el asesinado era un militar.
No se, LOS QUE NOS UNE A TODOS ES QUE SOMOS PERSONAS , es el nemawashi al que deberíamos llegar.
Mi respuesta.ETA no es una organización representativa de los ciudadanos, nadie la ha elegido como salvadora de Euskal Herria, ni como reprentante políticos, etc… En tanto que no representa a nadie, no tiene legitimidad para hacer distinciones de ese tipo, NO ES NADIE, sólo se representa así y por tanto lo que mata, asesina no son ni ciudadanos, ni militares ni políticos…MATA A PERSONAS. A ver si ahora le vamos a dar a ETA por derecho de arma una legalidad o peor legitimidad de JUEZ, JURADO Y VERDUGO que la ciudadanía en ningún caso a dispuesto o otorgado para ella.
En cuanto al término “DESLEGITIMACIÓN”, no veo que entre en contradicción con ninguna de vuestras posturas, ya que se trata de una deslegitimación “por activa y por pasiva”. La pasiva es evidente de ver. En la activa faltan cauces que deberían abrirse. La Consulta fue un intento de cauce.Con esto me ocurre lo mismo que la manifestación contra la privatización del Canal de Isabel II en Madrid, 200 manifestantes en Madrid…¿al final qué? NADA ..Porque a la sociedad se le priva de su PROPIEDAD… Con lo de la “famosa condena institucionalizada”? ¿qué? ¿a donde va? ¿qué aporta? No sirve para nada. ETA está quitando lo que es lo más importante, la vidda , pero además está robando a la sociedad su protagonismo político, en parte porque no existen cauces para que la sociedad encamine su soberanía social.