Empatizar con el sufrimiento (I)

Hoy he tenido la oportunidad de leer dos artículos reacionados con el sufrimiento que ha causado tantos años de violencia y vulneraciones de Derechos Humanos. Como no quiero ser acusado de equidistante ni de equiparar, he decidido compartir ambos artículos en post diferentes.

Borja Semper, del Partido Popular, ha escrito un emocionante artículo en El País. El que no sea capaz de empatizar con el sufrimiento que ha padecido realmente tiene un problema.

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5 comentarios en «Empatizar con el sufrimiento (I)»

  1. Ya, bueno, o igual es que algunos si coincidimos con el en la Uni en aquellos turbulentos años y sabemos quienes eran sus “nuevas” amistades, como aquel voluminoso amigo suyo de las pegatinas de la Guardia Civil, o aquellos otros que descolgaban las pancartas por los presos.
    Empatia toda la del mundo, pero de nuevo, como le dijo Mariano Ferrer a Gorka Landaburu con ocasion de la enesima glosa a Onaindia “Ya vale de santos laicos”.

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  2. ¿Empatizar con el sufrimiento? Pues claro que sí. Pero siempre que ello no nos impida empatizar con la alegría o nos sirva para ello. Porque lo contrario sería quedarse anclado en el pasado, en una visión del pasado que es intrínsecamente sesgada, en cuanto que aborta cualquier posibilidad de mirar al futuro, es decir, de empatizar con la alegría. La de todos.

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    • Me ha gustado tu reflexión. Creo que gran parte del éxito de este proceso de paz estará en buscar el adecuado equilibrio entre la memoria y el reto de construir el futuro entre todos.

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  3. A ver, Joseba E., qué te parece mi reflexión, no del todo original pero tan sorprendente como la tuya:

    ¿Empatizar con los que sufrieron los crímenes del franquismo? Pues claro que sí. Pero siempre que ello no nos impida empatizar con la alegría o nos sirva para ello. Porque lo contrario sería quedarse anclado en el pasado, en una visión del pasado que es intrínsecamente sesgada, en cuanto que aborta cualquier posibilidad de mirar al futuro, es decir, de empatizar con la alegría. La de todos.

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    • Por extraño que pueda parecer, a mí al menos me lo parece, a mis cuarenta y pocos años y residiendo en una localidad como Ondarroa, hasta hace muy pocos años he conocido balcones de mi pueblo en los que se izaba la bandera española cada 4 de octubre como celebración de la “Liberación de Ondarroa” a manos de las tropas franquistas. En consonancia con ello, tampoco es extraño que en un municipio de tanta tradición nacionalista, el PP regularmente accediera a ocupar un sillón en el propio ayuntamiento. Por tanto, es innegable que en Ondarroa hubo al menos un importante sustrato social que se posicionó originariamente a favor del franquismo.

      Y en consecuencia, del mismo modo que no hubo una actitud revanchista -por llamarlo de alguna manera- con el cambio de régimen (habría que tener en cuenta que entre muchos que fueran víctimas del mismo había familiares que aplaudieron la entrada de los requetés), tampoco ahora pase a utilizarse el dolor de las víctimas de ETA como coartada para deslegitimar cualquier posible acuerdo que la sociedad vasca estime oportuno de cara al futuro. El futuro de todos.

      Del mismo modo que creía que antes se podía hacer política con ETA activa. Ahora también se puede y se debe hacer política. Aquella que nos conduzca a una convivencia inclusiva, etc, etc.

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