Excesos 2.0 (I). La democracia colaborativa.

Últimamente asisto atónito a una concepción de la Web 2.0 como si fuera la conjunción de todas las virtudes, una especia de Nueva Era que impulsa la verdadera y auténtica participación ciudadana, desdeñando o minusvalorando cualquier otra forma de participación que no tenga su reflejo en la red de redes. Una cosa es que la facilite y otra muy distinta que todo lo que no existe en la red no sea participación ciudadana. Esta idea me surge a raíz de la celebración del curso de verano organizado por Politika 2.0 donde he podido escuchar varias intervenciones en este sentido, aunque el balance del curso ha sido muy positivo e interesante.

La democracia colaborativa.

Marc Lopez Plana, de NuestraCausa, explicó el contenido de la democracia colaborativa, un concepto de nuevo cuño defendido, entre otros, por Beth Noveck, Jefa Adjunta de Tecnología para el Open Goverment del Gobierno de los EEUU, que sostiene que la participación ciudadana puede ir más allá de la toma de decisiones creando también un valor añadido en los servicios que la administración ofrece a la sociedad. Es una visión interesante y sugerente, ya que apuesta por escuchar a los ciudadanos para mejorar el trabajo de las administraciones.

El problema es que Lopez Plana contrapuso los conceptos de democracia deliberativa y directa frente a la colaborativa. Su principal crítica a la primera era que en los procesos de democracia colaborativa sólo participan las asociaciones que son elegidas por la administración que pone en marcha el proceso participativo. Es una visión simplista de democracia deliberativa mal planteada. En el caso de Toscana, que ya comenté en un artículo anterior, incluso ciudadanos individuales pueden impulsar procesos deliberativos apoyados por los recursos de las administraciones. Es más, estos procesos no están bien diseñados si no incluyen todas las voces, tanto de grupos organizados como de personas a título particular, por lo que la crítica de López Plana me parece muy endeble.

También criticó la democracia directa por no ofrecer soluciones a problemas complejos. También se trata de una visión reduccionista y basada en tópicos. Justamente, en otro artículo referido a la democracia directa en Suiza, comentaba como Andy Gross afirmaba que “cuanto más intensa es la participación de la ciudadanía ésta se desarrolla, aprende más, se responsabiliza y se siente participe de las decisiones. El poder de la ciudadanía provoca y promueve la creatividad y la riqueza cultural. Los representantes son más humildes porque la ciudadanía tiene la última palabra y la posibilidad de revocar sus decisiones. Finalmente defendió que una democracia directa bien diseñada facilita la integración de la diversidad, la unidad de la ciudadanía y es una herramienta para evitar conflictos”. Es cierto que el uso de la democracia directa de manera puntual y escasa, como es el caso español, no aporta nada a las soluciones compartidas sobre problemas complejos, pero Suiza y California demuestran que un buen diseño de la democracia directa hace que se genere una corriente de colaboración entre la administración y los ciudadanos que permite afrontar y encontrar soluciones compartidas.

En su presentación, Lopez Plana propone un decálogo de reflexiones para la efectiva colaboración entre voluntarios expertos y gobiernos.

Entre otras ideas propone:

2- “Pregunta a las personas adecuadas”. Supongo que alguien tendrá que elegir a esas personas adecuadas, con lo que se cae en lo mismo que critica a la democracia deliberativa, es decir, que hay una selección, en su propuesta no de grupos, sino de personas expertas. Por tanto, propone cambiar a los grupos organizados por expertos. Estos últimos son necesarios en cualquier proceso participativo correctamente diseñado, pero no comprendo por qué deben sustituir a las asociaciones. Frente a esta propuesta, la propia Noveck sugiere una selección de los participantes igualitaria, es decir, todas las personas pueden participar aunque seguramente sólo los expertos lo harán. A ello añadiría que también habrá grupos que quieran participar porque son expertos en la materia.

5- “La plataforma tecnológica tiene que reflejar el trabajo del grupo y la pertenencia a éste”. Si se lee literalmente este principio, Lopez Plana propone dejar fuera de los procesos participativos a todas las personas e incluso a los expertos que no tienen acceso a internet o que simplemente no quieren utilizarlo para participar. Es la culminación de la idea de que la verdadera participación sólo es la 2.0. Es evidente que en ciertas materias los expertos se encuentran y emplean intensivamente internet, como pueden ser los servicios públicos 2.0, pero en otros muchos no y considero que también deben ser sujetos activos en esta democracia colaborativa.

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4 comentarios en «Excesos 2.0 (I). La democracia colaborativa.»

  1. La solución propuesta desde el concepto de democracia colaborativa, no creo que excluya per se, ni le oí al ponente, a Marc nada en este sentido, la convivencia con las múltiples facetas en que la democracia puede desarrollarse. Es más creo que la propuesta de Marc López era precisamente la contraria. Es decir, completar lo que en términos del Libro blanco de la Gobernanza se conoce como circulo virtuoso del diálogo:
    “Esto significa que el modelo lineal consistente en decidir las políticas desde arriba debe ser sustituido por un círculo virtuoso basado en la interacción, en las redes existentes y en una participación a todos los niveles, desde la definición de las políticas hasta su aplicación” UE Libro Blanco sobre la gobernanza.

    Desde el punto de vista del ponente lo que habría que seleccionar son los problemas (wicked problems) y adecuar o completar el debate representativo y deliberativo con la aportación de grupos de expertos/as..ya constituidos en redes existentes o por reunir.

    Bueno.. esto entendí yo:-) Y es lo me gustó de la ponencia: Poder participar de múltiples maneras sin excluir nínguna.

    Por otro lado, como Alorza posteó durante la referida ponencia, todos podemos ser una micro élite en algún problema.

    Besarkada handi bat Paul

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    • Aupa Idoia,

      yo entendí otra cosa, pero puede ser debido a que últimamente estoy más acostumbrado a dar charlas que a escucharlas 🙂

      La idea me parece muy buena. Posiblemente el contexto, la Politika 2.0, hace que pongamos la lupa excesivamente en este tema, dejando cosas a un lado, cuando yo entiendo que la participación es un único objetivo al que hay que contribuir desde internet y desde las dinámicas presenciales.

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  2. Paul,
    Mi intención, en ningún caso, fue la de contraponer modelos de democracia sino adentrarme en el modelo que nos plantea Beth Noveck como una aproximación que me parece que abre nuevas posibilidades para que la participación ciudadana esté vinculada a la solución de los problemas que tenemos planteados como sociedad así como que esta participación tenga más influencia sobre los gobiernos. Creo que tenemos que tener el debate sobre la utilidad e influencia de la participación permanentemente abierto sin cerrar ninguna puerta ni hacer ninguna contraposición.
    En todo caso, te agradezco los comentarios que haces a la ponencia así como el debate que has abierto.
    Hasta pronto,
    Marc

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    • Hola Marc, encantado de leerte. Lo primero de todo quiero subrayar que tu planteamiento me parecio muy interesante y sugestivo, aunque, como ya te comenté en la propia charla, creo que el punto de partida para la propuesta debería ser cómo sumar lo bueno de la democracia deliberativa, directa y colaborativa para profundizar en una democracia participativa.

      Posiblemente hayas sido el pagano de una reflexión a la que estaba dando vueltas últimamente. La participación democrática 2.0 no es un objetivo en sí mismo. En mi opinión, el objetivo es emplear los valores y las herramientas 2.0 para acercar la política al ciudadano, sin descuidar otras formas de participación que se encuentran en decadencia o son despreciadas por algunos “gurus” dospuntoceristas.

      Un ejemplo. En la sesión del curso en la que participaste estaba una responsable de participación de una institución vasca. Al preguntarle qué le había parecido el curso me comentó que había echado en falta alguna referencia a cómo combinar la participación presencial y la 2.0. Todo era participación a través de internet. De acuerdo en que es algo novedoso y con grandes potencialidades, pero no podemos descuidar esa otra vertiente de la participación y nos falta reflexión sobre las maneras de que ambas confluyan en ese objetivo de fomentar la implicación ciudadana.

      Ya sabes que vuestro proyecto me parece sumamente interesante y que estoy dispuesto a colaborar en él, aunque a veces sea un poco crítico 😉 Un abrazo.

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