Democracia deliberativa y directa: Toscana y Suiza

El miércoles 21 de enero se celebró en el Palacio Euskalduna un seminario sobre participación ciudadana y democracia organizado por el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco. En esta jornada participaron Rodolfo Lewanski (Autoridad para la Participación de la Región de Toscana), Martin Bühler (Secretario General del Instituto Europeo sobre Iniciativas y Referendums) y Andi Gross (parlamentario suizo y miembro del Consejo de Europa). Muchas veces acudo a jornadas como ésta con el temor de salir igual que he entrado. En este caso puedo decir con total seguridad que fue de lo más interesante y sugerente. Los tres fueron didácticos y concretos, planteando cuestiones testadas en las prácticas desarrolladas en la Toscana y en Suiza.

Rodolfo Lewanski presentó la democracia deliberativa como un ejercicio de diálogo impulsado por el descenso en la confianza en la democracia y sus mecanismos habituales para tomar las decisiones. Reconoció que no es alternativa a la democracia representativa y que tampoco es igual a la democracia directa porque en la mayoría de ocasiones los procesos deliberativos no tienen la capacidad de tomar la última decisión. A partir de ahí planteó los principios básicos que sustentan la democracia deliberativa: 1) generar relaciones interpersonales, 2) incluir todas las voces, 3) dialogar, 4) fomentar la deliberación, 5) escucharse mutuamente, 6) primar los mejores argumentos sobre el poder, 7) tener como objetivo el acuerdo y el consenso y 8) dotar de un proceso estructurado a la deliberación.

En 20 minutos tuvo tiempo de desarrollar todos estos puntos y además explicar que la institución que él preside es independiente del Parlamento y el Gobierno. Su misión es impulsar debates públicos sobre grandes proyectos y apoyar procesos de participación local puestos en marcha por las administraciones locales, los ciudadanos (apoyados en recogidas de firmas) o, incluso, empresas, mediante el asesoramiento y los recursos económicos necesarios.

Por su parte, Martin Bühler, inició su exposición distinguiendo tres tipos de democracias modernas: 1) la representativa, 2) la participativa, donde la ciudadanía opina pero no decide de manera vinculante y 3) la directa, cuyos ejemplos son Suiza y California. También coincidió con el anterior ponente en que la democracia directa es complementaria a la representativa y añadió un matiz: la democracia directa es también deliberativa añadiendo la característica de que la opinión es vinculante.

A continuación explicó numerosos detalles sobre los procedimientos para convocar referéndums en Suiza, terminando su exposición con cinco conclusiones:

1- la democracia directa da instrumentos a toda la ciudadanía para intervenir directamente en política.

2- La democracia directa permite aprender juntos y encontrar soluciones aceptables para todos, ya que los promotores de las consultas quieren ganar y para ello deben lograr la máxima adhesión posible de la población.

3- La democracia directa da una voz a las minorías, ya que pese a perder un referéndum tienen la capacidad de situar su propuesta en el centro de la vida política del país.

4- La democracia directa permite que los servicios públicos sean más eficientes y las inversiones mejor encauzadas porque una mala gestión siempre se enfrenta a la posibilidad de que la ciudadanía impulse un referéndum para pararla.

5- La democracia directa aumenta la legitimación de los responsables políticos. Si toman una decisión que no es respondida por la ciudadanía tratando de convocar un referéndum, seguramente será porque han coincidido con los deseos sociales.

Además explicó el caso de Zurich, donde los referéndums se celebran empleando el voto por correo, urnas y el voto por internet: participar, deliberar y decidir, encima aplicando las TIC, ¡auténtica Política 2.0! Añado un par de datos curiosos: los suizos saben cuándo se celebrarán referéndums hasta el año 2020 porque tienen señalado un día cada trimestre para ir a votar y en una reciente encuesta la ciudadanía de dicho país señaló que su mayor motivo de orgullo nacional era esta forma de participación política. No es una sociedad perfecta, bastante conservadora, un punto xenófoba, pero tiene interiorizado un alto grado de responsabilidad política envidiable en sociedades como la nuestra.

Dejo para mañana la intervención de Andi Gross, en mi opinión la más interesante de las tres ponencias.

0 comentarios en «Democracia deliberativa y directa: Toscana y Suiza»

  1. En el caso de Suiza (actualmente República Federal, oficialmente llamada ‘Confederación Helvética’ ), ¿¿ habrá ayudado que orignalmente se trataba de un modelo confederal ??

    Cada vez creo que en Euskadi o Euskal Herria hemos llegado a tal punto que sólo un modelo confederal para con el Estado Español pueder servir de nuevo marco político. Y luego que éste evoluciones como tenga que evolucionar…

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  2. Pues aquí parece que no cuaja la idea de las consultas. Aparentemente, somos partidarios del diálogo, de la negociación…

    ¡Qué bien hubiera venido una consulta sobre la AHT! ¿Por qué no lo han hecho? Seguramente se hubieran evitado muchos disgustos. Pero para eso hace falta voluntad de hacer bien las cosas, planteándolas a todo el mundo, no imponiéndolas como se han impuesto unos proyectos (AHT, incineradoras…) y se quieren imponer otros: puerto de Pasaia, la macrocárcel de Langraitz…

    En los pueblos se puede promover más la participación ciudadana (aunque es verdad que cuando se nos da ocasión, nos retiramos) y hacer pequeñas consultas o votaciones sobre temas de interés…

    Me gustaría que los partidos se comprometieran más en este sentido. Por ejemplo, que se hagan unos estudios serios sobre nuestras ideas políticas, no simples sondeos. Aquí, cada partido cree tener la mayoría de su parte, creen que el pueblo piensa como piensan ellos…

    En fin, es un tema interesante y aver si la asimilamos.

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  3. @Ioannes Xabier, razón no te falta. Precisamente el tercer ponente comentó que el carácter federal había facilitado el ejercicio de la democracia directa, ya que está reconocida a nivel federal, cantonal y local. Respecto a Euskal Herria y su relación con España considero que la potestad de convocar referédums puede ser una buena solución para encontrar un camino de salida a nuestras profundas divergencias sobre el marco de convivencia.

    @Ugarte, cada vez estoy más convencido de que la participación es fundamental, pero también que en algún momento hay que dar el paso de dotar a la participación de un verdadero caracter vinculante. Además, este avance hacia la democracia directa no debería excluir ningún tema, excepto los Derechos fundamentales.

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